La conciencia es quizás el enigma
más fabuloso que se conoce para muchos científicos debido a la dificultad que existe
para definir su origen, estructura y capacidad, quizás puedan crear
supercomputadoras y androides súper inteligentes pero nunca podrán tener
conciencia. Actualmente están experimentando trasplantes de cerebros de
animales sobre androides con el fin de hacer más duradera la vida, la
conciencia en este caso permanecerá allí mientras el cerebro viva en el caso de
que se aplicara en humanos, pues realmente no somos nuestro cuerpo, ni si
quiera nuestro cerebro, somos aún mucho más pequeños y residimos en lo más profundo
del neurocortex en forma parecida a la
fuerza que produce un imán sobre el metal pero con un potencial enorme de
espiritualidad cubierto de una capa de energía fotoeléctrica que se mueve constante
mientras existamos en este mundo, pero que desaparecerá para poder entrar en el
universo de la espiritualidad.
La conciencia además tiene una característica
muy especial y es que esta entrelazada con la conciencia de las demás personas
que existen y han dejado de existir en este mundo, es una especie de red inmensamente
compleja parecido al sistema anatómico humano. Cada parte de la conciencia
necesita de las demás partes, no para existir si no para formar parte de la naturaleza
de la que está hecha la conciencia, un mismo espíritu.
La conciencia que quede fuera de
este sistema es parecido a lo que deja de ser útil, como por ejemplo una célula
de la piel cuando se convierte en escama, termina por apartarse del cuerpo. Esto
es causado por la muerte de la célula. Así mismo la muerte de la conciencia es
la separación del espíritu que le da vida.
Sin embargo la conciencia tiene “vida”
propia y es eterna, pero sin el espíritu es vacía y frágil como una pompa en
medio del viento.
En conclusión, la conciencia
realmente es un ente colectivo y la sustancia espiritual es la base de la existencia,
después de que viva experimentaremos el abandono de la individualidad y el
nacimiento de la colectividad de la conciencia y el espíritu. Será con
seguridad lo más hermoso que jama se pudo imaginar pero si se abandona el espíritu,
la experiencia de la conciencia será tan profundamente tormentosa como jamás
hallamos imaginado.